Hay una parte importante de tu incomodidad o sufrimiento que debes asumir cuanto antes.
Frente a una situación o más todavía, una vocación, te tienes que rendir a lo que es.
Imaginemos que quiere vivir de la música. Pues si quieres estar en un escenario delante de miles de personas, tendrás que hacer las paces con lo que te gusta de eso como es tocar la guitarra y con lo que no te gusta u odias como es tener que luchar para conseguir bolos (eso no mola tanto, verdad?).
Tienes que hacer las paces con las dos caras de esa moneda.
David Trueba, escritor y director de cine, suele decir que, al principio de su carrera, lloraba en los rodajes.
¿Qué si le gusta dirigir? Pues dice que no especialmente; pero lo hace porque quiere hacer películas y porque ha hecho las paces con ese sufrimiento.
No puedes estar todo el rato dándole vueltas a “no quiero hacer esto”, “no quiero hacer lo otro”. No hay malo sin lo bueno, ni lo bueno sin una parte mala. Acepta el lado del sufrimiento y avanza.