Cómo hacer el análisis de un anuncio

Son muchas veces las que me encuentro frente a la petición de un cliente de revisar su publicidad. En esas ocasiones hablamos de marca o cómo conectar con su audiencia objetivo y es inevitable pensar en si uno lo hace bien o mal respecto a la publicidad o posts patrocinados. Y es que, ¿cómo analizar un anuncio correctamente?

No soy partidario de hacer grandes afirmaciones tipo “el mejor anuncio es así” o “para conectar de verdad debes hacer esto o lo otro”, pues la respuesta más frecuente que diré para analizar un anuncio y decir si es bueno o malo será: DEPENDE.

Hay varios factores que hay que tener en cuenta a la hora de hacer publicidad, el resultado dependerá de:

  • Qué recursos (tiempo/dinero) tienes
  • Cuál es el objetivo que te has marcado con esa publicidad
  • En qué contexto o sector estás ubicado/a
  • Cómo comunica tu competencia (o aquello contra lo que luchas para captar su atención)

Y ahora, habiendo dicho esto, sí, voy a mojarme. Creo que puede ayudar tener ciertos criterios generales para saber cómo analizar un anuncio:

¿Capta inmediatamente la atención del espectador?

Hoy en día, todo el mundo está pegado a una pantalla y vive más en modo piloto automático que nunca. Como marca que se anuncia no estamos rivalizando sólo con nuestra competencia, estamos rivalizando con cualquier cosa que entretenga en una pantalla. Captar la atención se hace más difícil que nunca.

Lo importante es analizar hasta qué punto el anuncio es algo disruptivo o diferente y hasta qué punto tiene suficiente entidad propia como para llamar la atención del espectador.

¿Es la historia relevante para los posibles consumidores del producto?

Algo que se habla mucho en marketing es el insight del consumidor. Se podría traducir algo así como una gran verdad que interpele al target objetivo y que hace que se sienta identificado. No tiene porqué tener relación con el producto o marca que se comunica (aunque mejor que así sea), tiene que ser algo que haga que se identifique la persona que queremos impactar con la historia que mostramos. La gran duda sería: ¿aquello que estamos contando en la publicidad es algo relevante para el target objetivo o se trata de una historia ajena que no conecta? Parece mentira; pero con este filtro descartamos casi el 50% de los anuncios digitales.

¿Promete un beneficio interesante al consumidor o llama a una acción?

En la misma línea del punto anterior, tenemos el beneficio del producto (o marca). Se trata ya de un nivel de mensaje más “marketiniano”; pero no deja de ser relevante. La publicidad debe mostrar los beneficios de aquello que vendemos, será el motivo por el cuál una persona va a levantarse del sofá e ir a pagar por tu producto o servicio. En algunos casos se evalúa si crea una necesidad de compra o si urge a la acción. El caso es que el cliente potencial sienta un deseo por adquirirlo o saber más. Que vaya más allá de contar una historia, que se relacione con una acción por su parte.

¿La idea que transmite es simple, clara y se entiende a la primera?

Quizás es de los aspectos que más se comenta cuando vemos un anuncio muy pomposo típico en Navidad: ¿Qué coj*nes he visto? ¿De qué iba eso? Y justo pensé eso la primera vez que vi el anuncio de Paco Rabanne o el de Gucci… Luego lo vuelves a mirar y empiezas a entender.

Algunas publicidades parecen muy complejas debido a recortes de presupuesto o cambios por presiones internas o externas a la organización. Esos cambios llevan a modificar la idea creativa inicial, a reducir escenas o incluso añadir algo a última hora. Cualquier parche hace que el mensaje sea más complejo y más difícil de entenderse a la primera.

Sea por una cosa u otra, a la hora de analizar un anuncio: ¿El mensaje se entiende? Pero cuidado, que no lo entiendas tú no quiere decir que el target a quién se dirige no lo haya entendido. O cuidado también, puede ser que se desee hacerlo complejo para llamar la atención. En todo caso, a nivel general, si el mensaje no es claro y no se entiende, podemos considerar que esa publicidad no funciona.

¿Es memorable? ¿Se va a recordar?

Del mismo modo que la idea debe entenderse, la publicidad debe recordarse. Sencillo. Alguien podría decirme que, si hablamos de publicidad digital, quizás no es tan importante que se recuerde como que se procese rápido para hacer clic. Sí, podría estar de acuerdo; pero en muchos casos, para que el usuario ejecute esa acción el proceso cerebral pasa por el recuerdo en cierto modo.

Muchas veces hacemos clic en una publicidad de redes sociales cuando previamente hemos hecho el cálculo: “¿me compensa hacer clic ahora o ya veré el anuncio o me acordaré y visitaré la web más tarde?”.

Además, es importante comentar que constantemente estamos impactados por contendido (publicitario o no), así que apostar a que se recuerde es fundamental para asegurarnos un efecto a largo plazo. No querríamos despertar la necesidad de nuestro target objetivo, pero al no acordarse de nosotros, comprase a otro…

¿Se posiciona apelando a un target objetivo?

Implícito en algunos puntos anteriores; pero vale la pena comentarlo. Antes de evaluar si esa publicidad es buena o mala, ¿Sabemos cuál es el target objetivo? Es importante pues, dependiendo de la generación, el perfil actitudinal, el nicho al que va dirigido, los códigos, el mensaje y el insight serán muy diferentes y nos costará comprenderlo.

Por lo que es muy recomendable después de ver el anuncio pensar:

  1. Cómo son los actores/modelos que se muestran
  2. Qué cuenta la historia, qué tipo de temáticas
  3. Quién puede ser el comprador principal el producto/servicio que se ofrece

Lo de principal es importante, pues hay diferentes targets y diferentes roles en el acto de compra (comprador, informador, usuario…). Apelar a un target muy general hará que no se posicione en ningún publico objetivo y por lo tanto no apelará a nadie. Muchas marcas lo saben y se mojan seleccionando un publico objetivo principal.

¿Está la marca integrada en la idea central de la publicidad?

Parece una tontería; pero no lo es. Hoy, más que nunca la marca es más que el producto. Sólo productos muy diferentes y casi sin competencia son suficientemente potentes como para publicitarse por sí solos sin tener en cuenta a la marca. Para el resto, la marca es lo que realmente suma cosas para diferenciarse. Calidad, historia, estilo, diseño…

Por lo tanto, un aspecto importantísimo es evaluar si la publicidad está teniendo en cuenta a la marca durante todo el anuncio. Si sólo muestra el logo al final del mismo, no se recordará y se estará haciendo un muy buen anuncio… Para la competencia. Si no te recuerdan a ti, pero sí al tipo de producto/servicio, estás trabajando para los demás. Nadie quiere eso, ¿verdad?

¿Destaca de la competencia, del formato de publicidad y del entorno?

Quizás va más en la línea del formato o el lugar donde se publica la publicidad; pero es relevante. No es lo mismo hacer publicidad en TV generalista, donde todos los anuncios hacen mucho ruido y mucha música, que en Twitter donde los tweets patrocinados se notan y la lectura se evita casi inconscientemente.

En el ejemplo de la TV, si todos los spots son con mucho ruido y muchos estímulos, quizás puede ir bien hacer algo silencioso, pausado y que rompa la dinámica. Del mismo modo, en Twitter, el tweet patrocinado debe pasar como contenido auténtico que podría haber escrito algún usuario que ya sigamos, debe ser poco corporativo y un lenguaje que se lea con normalidad, fuera expresiones corporativas (¡excepto que todo usuario de twitter lo haga!). El contexto es importante valorarlo, por lo tanto: ¿Destaca esta publicidad en el contexto de un modo favorable?

¿Tiene recorrido a largo plazo? ¿Vende el producto hoy quemando la posibilidad de una campaña de marca más estratégica mañana?

Esto es algo que no siempre se tiene en cuenta. Muchas veces se comunica con la única intención de promocionar ese producto o servicio en cuestión, hacer una comunicación puntual con el problema de ahora. Cuidado. Todo, absolutamente todo construye una imagen de marca a largo plazo.

Si sólo comunicamos producto/servicio hoy, es posible que vayamos cambiando el estilo de nuestra comunicación de un lado a otro dando palos de ciego. Lo más probable es que perdamos credibilidad, no se nos entienda o peor, seamos irrelevantes. Es por eso, que uno de los factores que hay que evaluar de una publicidad es su valor de construcción de una historia a largo plazo.

No se trata de juntar varias escenas para hacer una película, pero sí que todo esté englobado en un territorio de comunicación parecido, que ayude a construir marca (o la historia del producto) con el paso del tiempo. Que se recuerde una idea clara de qué es la marca o el producto más allá de la publicidad puntual, que todos sepamos que Coca-Cola es felicidad, más allá de si hay bares, osos polares o una botella de 2L.

¿Genera una emoción (buena o mala)?

Y para el final mi pregunta preferida. Lo más básico, igual que el arte, si no tenemos ni idea, ¿gusta o no gusta? Eso ya es emoción. Que active algo dentro del espectador.

Hay publicidades que juegan fuerte el desagrado, desde ONGs que te hacen sentir mal por no donar, hasta nuevas marcas que tratan de fomentar recuerdo por odio. Todo vale; pero todo vale si crea una emoción. Si no crea una emoción, no se recordará.

¿Y ahora? ¿Sabes cómo analizar un anuncio?

Si aún tienes dudas de cómo analizar un anuncio, no te preocupes, en futuras publicaciones ¡analizaremos ejemplos!

Comunicación efectiva para una marca

En muchas ocasiones, cuando una marca se dispone a dar mensajes para los demás, no se piensa realmente qué quiere su audiencia objetivo.

¿Qué se suele hacer? 

Pues haces un copy  maravilloso mostrando la excelente característica de producto que tienes, la impresionante experiencia que tiene la empresa y los fascinantes atributos de identidad de marca. ¿Es así habitualmente o no?

Y no solo eso, también es habitual caer en las comparaciones (indirectas) a la competencia. ¿Qué otros mensajes se dicen? Lo típico:

Yo… mejor…. 

Yo…más nuevo… 

Yo… calidad…

Yo… innovación…

Ahora pensemos en quién va a recibir eso, el verdadero receptor del mensaje. 

Lo más probable es que sea alguien que desconoce la gran mayoría de características de marca y producto. Que le da igual quién eres y qué ofreces. Solo busca una solución a su problema. ¿Qué es lo que querrá escuchar?

Probablemente menos “yo” y más:

-Si optas por este producto, no vas a cagarla, no vas a tener que preocuparte

-No te voy a dar problemas

-Tu entorno te verá como alguien interesante, por tu buen criterio

-Si compras esto, no será una acción aburrida, pasarás un buen rato

Diferente, no? Entonces, ¿por qué damos la chapa con copys tan irrelevantes?

Qué aprender del postureo

Hay que aprender del postureo y de las marcas de moda.

Una de las cosas que más me gusta del mundo de la moda y el lujo es el potencial que tienen estas marcas para vender una emoción. Por eso hace años decidí estudiar un máster en administración de empresas de lujo y moda.

Lo que genera en la gente es unas ganas terribles de ser esa persona que deseamos ser. 

Hablamos de éxito, glamour, prestigio, tener criterio, que nos admiren… 

¿Quién no quiere de vez en cuando sentir esa emoción?

En muchos casos, conseguir ese éxito, prestigio o reconocimiento está fuera de nuestro control; pero lo que sí está en nuestras manos es sentir esas emociones. 

¿Cómo? Con postureo. Ropa, complementos, estilo de vida…. Y ahí es donde entran en juego estas grandes marcas.

Nos venden artículos de lujo, sí; pero no sólo eso.

Nos venden el poder ser lo que queremos ser. Una ilusión. Un estilo de vida, una forma de ser y una forma de ver el mundo. Queremos esa emoción y creemos que comprando sus productos lo conseguiremos. 

¿Estás de acuerdo?

La necesidad emocional que satisfaces

TOPICAZO: “Debes darle una solución a tu cliente”.

Muchas veces en marketing y manuales o blogs de copy-paste de por ahí se dice que debes dar una solución a la necesidad de tu cliente; pero no se profundiza bien en lo que debemos ofrecer. 

Una “solución” es algo muy poco humano, demasiado racional. Si profundizas más verás que hablan de las 4 P’s del Marketing, o incluso en 8 P’s o 12… (Yo ya he perdido la cuenta, la verdad). 

Todo eso son teorías que hacen refritos de hace mucho tiempo. 

Chorradas. Lo que debes hacer es averiguar cuál es la necesidad emocional de tu clientela potencial. 

Quiero dejarlo claro: No me refiero a lo que dice que quiere o lo que pensamos que necesita, lo que emocionalmente desea.

Debes resolver una emoción, una sensación que quiere conseguir y lo hará con tu producto, con el de tu competencia o incluso con algo que no tiene que ver con tu categoría/sector pq estará buscando satisfacer una emoción, conseguir un anhelo.

Por ejemplo:

Estás trabajando en la oficina, llevas muchas horas y quieres darte un descanso. ¿Qué buscarás? Hay muchos productos, servicios o experiencias para eso. 

Te servirá tomar una tila, un café, una Coca-cola, un cigarro, charlar con amigos, una siesta o incluso dar un paseo.

Diferentes opciones, incluso algunas contradictorias con el descanso (café? Cola?) pero todas satisfacen la necesidad emocional de querer descansar, desconectar de eso. 

Por lo tanto, usar los tópicos de marketing pueden llevarnos a hacer lo que no desea al 100% nuestro target

Ahora el debate de verdad: 

¿Qué necesidad emocional crees tú que satisfaces?

No sueltes la chapa

Comunicación efectiva: NO SUELTES LA CHAPA.

En muchas ocasiones, cuando nos disponemos a dar mensajes para los demás, no pensamos qué quiere nuestra verdadera audiencia objetivo.

Veámoslo con un ejemplo: apuntarte a una oferta de trabajo que has visto que te interesa.

¿Qué se suele hacer en un proceso de selección como candidato? 

Pues haces un CV maravilloso mostrando la excelente formación que tienes, la impresionante experiencia que has conseguido y las fascinantes habilidades que complementan tu perfil con el cargo. 

¿o no?

Y no solo eso, también es habitual adjuntar junto con el CV (que ya es densito de coj***s) una carta de motivación explicando por qué crees tú que eres el mejor candidato para el puesto. 

Claro, ¿qué dices ahí? Lo típico:

Yo… mejor…. 

Yo… experiencia… 

Yo… valores…

Ahora pensemos en quién va a recibir eso, el verdadero receptor del mensaje. 

Lo más probable es que sea alguien de RRHH, que desconoce la gran mayoría de tecnicismos de tu puesto, así como las necesidades prácticas del día a día para el mismo. 

¿Qué es lo que querrá escuchar?

Probablemente menos “yo” y más:

-Si me eliges a mí no vas a cagarla

-No te voy a dar problemas

-Tu jefe estará contento por tu buen ojo

-Soy una persona interesante, tendrás ganas de conocerme 

-Si me entrevistas, no será una charla aburrida, pasarás un buen rato

Diferente, ¿no?

Debes comunicar tu identidad, quién eres

Mi trabajo consiste muchas veces en ayudar a que las personas o las marcas comuniquen mejor. Pero antes de comunicar, debes tener en cuenta una cosa primordial:

Debes saber bien quién eres, tener clara tu identidad.

De lo contrario, costará decir algo que llegue a tu audiencia

Algunas ideas…

Lo primero, ¿desde dónde vas a hablar? 

¿Desde lo que ofreces? 

Deberá ser algo muy bueno; porque si no tienes tu identidad definida, lo podrá copiar cualquiera.

O si no, vas a hablar desde el mensaje en sí? ¿Desde lo que dices? 

Tendrá que ser muy llamativo; pero no será creíble si tu no lo representas. No tienes que ser 100%, pero unos mínimos. 

Yo veo cada vendehumos en anuncios de Youtube que se nota tan cartón piedra…

Otra, ¿y si hablas desde a quién te diriges? Aquello de dar un mensaje relevante a tu target. 

Será alguien interesante; pero no le llamarás la atención tú… Esto es como en el instituto, si no era cool, pasas desapercibido.

Identidad…

Antes de comunicar, debes tener clara tu identidad y tener un punto de vista personal sobre lo que te rodea. 

Desde ahí comunicarás mejor.

¿Por qué ‘desaparecen’ marcas que fueron relevantes?

Uno de los problemas más comunes al crear una marca: La marca funciona bien y luego desaparece.

¿Por qué?  

¿Qué suele pasar?

1, Alguien crea un proyecto.

2, Ese proyecto se basa en un producto o servicio.

3, Se crea la marca para vender lo que sea que ofrezca.

4, Se consigue un cierto éxito.

Y claro, luego…

5, El producto o servicio pierde demanda o pasa de moda.

6, La marca está desactualizada, no conecta con el mercado.

7, Desaparece marca, proyecto o se enreda en un bucle haciendo push en exceso con lo que ofrecía 

¿Qué falla?

La marca acaba desactualizada porque se basó en exceso en ese único producto o servicio.

En general, es bueno que la marca tenga un valor por sí misma, que no sea dependiente de lo que venda; de lo contrario, esa marca tendrá un recorrido muy corto en tiempo y en relevancia, tanto como lo tenga el producto (además que será difícil tener éxito con otro nuevo).

Si la marca no es más general y no tiene un valor por sí misma, será difícil que bajo ese paraguas ofrezca algo diferente sin perder credibilidad y autenticidad.

Define bien tu marca, es tu identidad y seguro para el futuro.

¿Cómo mostrar tu marca como algo bueno?

¿Cómo mostrar tu marca, producto o persona como algo bueno e interesante aunque no tengas pruebas? 

Fácil: Diciendo que mucha gente ya piensa que eso es así. Y tiras pa’lante…

O sea, más claramente: hay que hacer ver que la gente está contenta contigo incluso sin ser verdad…

Efectivamente. Es una pequeña técnica de manipulación y se usa constantemente.

Estamos hablando de una argumentación ad populum o falacia populista. 

Por lo tanto:

¿Cómo dar un mensaje sin tener evidencia? 

Decir que es la opinión de la gente y ya. 

¯\_(ツ)_/¯

Ejemplos:

“Esta cantante es muy buena, tiene muchos fans”

“Compraré este producto, su marca es la líder del mercado”

“Si tanta gente opina esto… Será cierto”

¿Te suena? Seguro que has visto algo así de vez en cuando en marcas y muchas veces en política…

Debes dar una afirmación respaldándola con la supuesta validación de la gente en general, en lugar de características objetivas claramente medibles.

Dices algo bueno de ti; pero no lo dices tú, lo dicen los demás (guiño, guiño).

Mola, porque afirma una premisa que se desconoce 

**¿esa cantante es buena o mala bajo qué criterio?**

y además se le da autoridad a un supuesto criterio que tiene la opinión mayoritaria (como si eso fuera tan sencillo de afirmar).

Hay marcas que usan encuestas o dicen lo de 9 de cada 10 dentistas…

Si se hace una encuesta de verdad, no está mal; sólo que en el fondo, si lo piensas, depende de qué cosas, nada valida un razonamiento solo porque “la mayoría” lo crea. Y si encima te lo inventas, pues…

Usando esta técnica de argumentación, sea cierto o no, darás por hecho que la opinión general tiene autoridad y validará tu propuesta.

Ejemplo de vender «ser mejor que los demás»

Hoy vamos a ver un pequeño ejemplo de cómo puede ser bueno crear una sensación a tu potencial cliente de “YO SOY MEJOR QUE LOS DEMÁS”. 

Veamos una marca de joyas: ANH jewelry.

Más allá de los diseños que tiene, que están espectaculares, quedémonos con su mensaje al ver su perfil de Instagram:

“My corner of the world where I can break the rules ✨
Handmade in Brooklyn by @albanavarrohierro”

Está genial; porque da valor en quién llega a interesarse por sus productos. 

Lo que vende con ese mensaje ya no es un producto o diseño determinado, es la sensación que puede experimentar su potencial cliente.

Esa persona interesada puede pensar que es alguien, que sabe de diseño o mejor todavía, que esa persona es “mejor” que los demás, al sentirse más lista, hábil o especial al descubrir la marca. 

Me explico:

Me imagino la conversación q podría tener esa persona q ha comprado una d las joyas de ANH con alguien q le pregunte:

-Qué pendientes más bonitos, d donde son?

-Te gustan? Son unas joyas especiales, son de Brooklyn, ojo, una marca q solo pocos conocen

-Ya me pasarás el contacto…

Vale, sí, he simplificado mucho y le faltaría un poco más de dramatización a la charla; pero ¿se entiende la idea? 

Se ha vendido una experiencia. Esa persona se siente que ha subido de alguna forma en su posición social. Ella es más inteligente que el resto.

Esta marca es interesante porque muestra cómo apalancarse en el valor de la consumidora como experta o buscadora de “tesoros” sentirse “Smart”. Son joyas de Brooklyn, ojo, una marca que nadie conoce…

https://www.instagram.com/anhjewelry/

¿Cuál es mi posicionamiento de marca?

O más bien, ¿cuál es tu posicionamiento de marca? 

Quieras o no, lo tienes.

Cuando uno tiene una marca, por mucho o poco que la hayas trabajado, tienes que pensar en tu posicionamiento y eso se traduce en: ¿Dónde te coloca la gente en su mente cuando piensan en ti?

Cuando hablamos de lo que tiene la gente en su mente se denomina imagen de marca y, una cosa es lo que tú creas de ti (posicionamiento) y otra es lo que transmites. Hay que jugar con todos los elementos que ayuden a crear la idea:

-El nombre

-El logo (si aplica)

-Tu imagen, colores o incluso cómo vistes

-Los mensajes q das, qué dices

-Cómo transmites tus ideas, el tono, la frecuencia…

Todo esto ayuda a que los demás tengamos una idea de ti. Y eso, además, no depende sólo de lo que tu haces, también de qué forma tenga de ver el mundo la otra persona. Prejuicios, nivel de comprensión…

Ahora bien, debes trabajar la parte que tú puedes controlar.

El éxito estará en que seamos capaces, por un lado de estar presentes en la mente de la otra persona y de diferenciarnos significativamente del resto.