Técnica para la concentración: Experiencia de atención óptima

Hoy voy a contarte algo un poco de segundas, vale. Me gusta citar autores y contar qué cuentan en sus libros; pero no me da para leer todo (aunque lo intento!).

Ahora bien, no creas que lo que voy a decir es inventado. Me entenderás…

Te quiero hablar de Mihaly Csikszentmihalyi, un tipo que se ha centrado en estudiar lo que él llama los «estados de experiencia óptima». Suena raro; pero básicamente son esos momentos en los que te super-concentras, rindes a tope y luego, además, acabas la tarea sintiéndote muy feliz. Si te dedicas al mundo del arte, sabrás a qué me refiero.

Y si no, también. Son esos momentos de concentración, de evadirte y rindiendo al 200%. Raro, pero te ha pasado, ¿verdad?

Bien, sé de Mihaly CJjsjsjsJarenawërjander (difícil el apellido) por el libro del que hablo mucho últimamente (:P), “El valor de la atención” de Johann Hari.

Johann lo entrevistó y cuenta un resumen de cómo mejorar o promover ese estado óptimo de atención/foco/experiencia:

1) ESCOGER CLARAMENTE UN OBJETIVO DEFINIDO, decidirte a conseguirlo y dejar de lado otras cosas. Fácil de decir; pero se trata de compromiso, al fin y al cabo.

2) HACER ALGO QUE TENGA SENTIDO PARA TI. Importante que tengas esa sensación de propósito y que te importe. Si quieres hacer algo que de verdad no crees, tu foco se pierde. (Seguramente por eso te despidieron de ese curro).

3) Y esta es importante, LO QUE VAYAS A HACER QUE ESTÉ AL LÍMITE DE TUS CAPACIDADES. Te tiene que suponer un esfuerzo, peeeero al mismo tiempo, no puede ser un esfuerzo inalcanzable. Justo en el límite.

Justo ahí es cuando no sólo te pasará el tiempo volando, sino que, además, te concentrarás, crecerás y sentirás esa chispa de felicidad.

Más info en el libro de Johann. Mucha más info (e incluso sobre la felicidad) en los libros que yo tengo pendientes de leer de Mihaly Csikszentmihalyi, por ejemplo, uno que se llama “Fluir (Flow): Una psicología de la felicidad”.

Artista multifacético y el poco tiempo disponible

Tienes ganas de hacer esa idea. Te apetece ver esa película. Llevas tiempo queriendo escribir. Te gustaría aprender eso… Pero no lo acabas haciendo.

¿Te suena?

A todos nos pasa. Pero como que ahora más que antes, ¿no?

Esto es algo que puede alargarse días, meses, años incluso y nos lleva a la sensación de cansancio, frustración y baja autoestima.

Claro, llevas “fallando” mucho tiempo y eso, en parte, está definiendo quién eres.

Bueno, lo digo así porque tendemos a creer que somos lo que conseguimos, que no es que sea cierto; pero algo de verdad hay en aquello de somos lo que hacemos.

En este caso, somos lo que NO hacemos. Esa cosa “extra” que queríamos hacer, de golpe, pasa a ser algo que nos está definiendo como personas.

Vengo a darte una noticia: Dejar de hacer lo que te propones no es todo culpa tuya.

Gran parte de ese problema es debido a las interrupciones. Hay muchos estudios que indican que cada vez nos distraemos más y también, hay muchos otros que demuestran que todo lo digital (y no digital) hoy en día está diseñado para interrumpirnos y llamar nuestra atención.

El cerebro no es multitasking. Cada vez que quieres hacer algo y te interrumpe alguna notificación, te cuesta más ponerte a ello. Imagínate la de años que llevamos con interrupciones constantes.

¿Hace falta que te diga qué es lo que hay que hacer si quieres tener tiempo para eso que deseas?

(Por si las moscas, que te veo venir…: ¡¡DESCONECTA EL TELÉFONO!!).

Síndrome del impostor: Cuando las cosas te van bien como artista

Algo que sucede cuando te empiezan a ir bien las cosas es que recibes muchos mensajes de alegría de amigos y también de esa gente que sólo te dice algo cuando ven que triunfas™.

Hoy no voy a meterme en esas. Me quiero centrar en la percepción externa del éxito™.

Que las cosas vayan bien o mal, es relativo. Otro día hablaré sobre la fábula del caballo perdido…

El caso es que el mensaje más frecuente es:

“Qué bien, no? Estás triunfando!”

“Qué bueno/a debes ser si te ha salido ese trabajo/curro/proyecto/[inserte aquí] …”.

Calmarseee. Relacccssss.

No digo que uno/a no deba ponerse contento/a, tampoco que, si es tu caso, no te lo hayas currado; pero todo, TODO, depende de varios factores ajenos a ti.

Tu éxito, también.

Que te salga un trabajazo “porque eres bueno/a” es simplificar mucho el asunto.

En cualquier situación de éxito que tengas, te podrá suceder con mayor probabilidad por 3 factores:

  • 1, Que te vean como muy bueno/a en algo. Que te perciban como experto/a. Debes ofrecer un posicionamiento claro (Quiero destacar la palabra PERCIBAN).
  • 2, Que estés disponible. Que encajes aquí y ahora ya sea de forma física o mental. Debes ser accesible en una casuística determinada.
  • 3, Que se fíen de ti. Que te recomiende alguien. Debes bajar a tierra una idea, ser tangible para generar confianza.

No hay nada exitoso que no cumpla con esas 3 condiciones y eso quiere decir, que hay mucho del contexto y de las opciones disponibles en ese momento. Muy poco de una fórmula mágica.

En tu caso igual. Si estás triunfando™, genial; pero si no, no es sólo cosa de hacerlo muy bien, también del contexto. Trabaja esos 3 factores y te irán bien las cosas.

Si como artista tu objetivo es ganar dinero…

Lo leo en autobiografías, lo veo en entrevistas y lo vivo con clientes: 

Si pones el foco en un proyecto, idea o emprendimiento con el único objetivo de ganar dinero, lo siento; pero lo más probable es que no vaya a funcionar.

Muy pocos casos han salido adelante con esta única motivación. Y ojo, esos casos en los que sí ha sido la única motivación, los he oído de segundas, nunca he conocido casos en primera persona.

Al grano: ¿Por qué digo esto? Porque debes tener una motivación más profunda.

Hacerlo con la esperanza de forrarte, de alguna forma transmites un mensaje a ti y a los demás falso y no te comprarán. Hacerlo por el miedo de arruinarte, tampoco suele seducir, acabas transmitiendo una sensación de desesperado/a y tampoco te querrán.

Si un proyecto se crease solo con la claridad de hacer dinero, habría miles de escuelas sobre cómo triunfar y no las hay. Hay mucho listo que vende cursos, otros libros sobre su método, incluso yo trabajo de profe en escuelas de negocio; pero en ningún lugar hay la fórmula mágica para el éxito™. Te dan herramientas; pero no el éxito™.

Solo un trabajo honesto, una intención de verdad por hacer algo noble y bien hecho es lo que más he visto yo, de primera mano, que lleva a algo parecido al éxito™.

Es imposible conseguir una conexión con la gente solo pensando en rentabilidad económica. Hacerlo sólo por eso, no transmite. No funciona.

Tu propuesta artística: Transmitir verdad, eso es lo que vende

Una idea muy interesante del libro de Bernard Hiller (Deja de Actuar, Empieza a Vivir) es que como artista tu misión o tu arma es conectar y/o expresar la verdad.

Esto es muy potente. Nos lleva a pensar en la necesidad de ser auténtico, también en lo necesario que es que transmitas algo de verdad.

Como consumidores, la verdad, o esas grandes cosas que todos damos como “ciertas” una vez las vemos/leemos/escuchamos, es lo que hace que conectemos con ese artista.

La vida son varias cosas; pero pocas y una de ellas es buscar momentos de verdad.

Piénsalo.

Todo se reduce a eso.

Hagas lo que hagas, vivir es buscar esos instantes.

Cuando alguien transmite una verdad, como espectadores no podemos dejar de prestarle atención y queremos más. Generas deseo.

Por eso ves una película tantas veces, relees una historia que ya conoces o miras cientos de videos en internet sobre un tema.

Porque queremos más de esa verdad.

Entonces, en tu propuesta, ¿estás transmitiendo verdad?

¿Es verdad que los artistas no saben de marketing?

Es recurrente la sensación de muchos/as artistas de creer que no se sabe de negocio o no sabe de marketing.

Pegaría un vuelco el mundo entero si se descubriera que la cantidad de gente que traza las estrategias de marketing de grandes corporaciones no tienen ni idea. Y no porque les falte formación, tienen y mucha; porque sólo replican lo que se supone que funciona.

Nada funciona.

O todo puede funcionar.

También en tu caso. No necesitas saber mucho de marketing, necesitas aplicar el sentido común con algo de marketing.

Una definición rápida mía sobre qué es Marketing: Cómo hacer llevar tu producto a tu mercado objetivo.

De sentido común: Yo tengo algo. Allá fuera hay alguien a quién le pueda interesar.

  • Objetivo de marketing 1: Cómo hacer que lo que yo tenga quede claro qué es y qué tiene de interesante
  • Objetivo de marketing 2: Averiguar quiénes son esos a quién le puede interesar lo mío
  • Objetivo de marketing 3: Qué debo decir de lo mío para que encaje con lo que creen que buscan
  • Objetivo de marketing 4: El cómo. Dónde publico, comento, muestro esos mensajes para llamarles la atención

Hasta aquí, prácticamente nada de teoría de marketing ni palabrería de escuela de negocio. Tener claro qué quieres y marcarte objetivos.

Ya tienes tu plan de marketing.

Aceptar lo malo dentro de tu vocación

Hay una parte importante de tu incomodidad o sufrimiento que debes asumir cuanto antes.

Frente a una situación o más todavía, una vocación, te tienes que rendir a lo que es.

Imaginemos que quiere vivir de la música. Pues si quieres estar en un escenario delante de miles de personas, tendrás que hacer las paces con lo que te gusta de eso como es tocar la guitarra y con lo que no te gusta u odias como es tener que luchar para conseguir bolos (eso no mola tanto, verdad?).

Tienes que hacer las paces con las dos caras de esa moneda.

David Trueba, escritor y director de cine, suele decir que, al principio de su carrera, lloraba en los rodajes.

¿Qué si le gusta dirigir? Pues dice que no especialmente; pero lo hace porque quiere hacer películas y porque ha hecho las paces con ese sufrimiento.

No puedes estar todo el rato dándole vueltas a “no quiero hacer esto”, “no quiero hacer lo otro”. No hay malo sin lo bueno, ni lo bueno sin una parte mala. Acepta el lado del sufrimiento y avanza.

Debes sorprender, ser diferente a otros artistas

Seguramente se salga de lo habitual y, seguramente, Google no indexe este post por breve; pero si llegas a leer esto, quédate con una sola idea:

Para ser artista, debes llamar la atención.

Hacer cosas diferentes, no ser predecible, salirte de lo habitual que hacen todos.

Y ya.

No hay mucho más que decir. O sí…

Simplemente quédate con esto: No descartes saltarte el plan de vez en cuando para llamar la atención.

La clave hoy en día es la economía de la atención. Como usuarios o consumidores, cuando cada vez hay más distracciones, tendemos a dejar de ver lo que es habitual, lo que sucede con la misma frecuencia y nivel de intensidad.

Ahí está la gracia, tratar de no ser predecible.

Ojocuidao que te veo venir, no se trata ahora de hacer locuras constantemente… Si siempre eres impredecible, acabas siendo previsible, por pesadez.

Un poco lo que sucede hoy en día con reels, shorts y tiktoks, mucho estímulo y al final todo es ruido blanco. Si todo destaca, nada se queda.

Romper lo previsible. Salirse de vez en cuando de lo esperable para llamar la atención

Lista de tareas como método sencillo para perfiles creativos

¿Haces una lista de tareas?

Sé que lo de hacer una “To Do List” suena a 2010, a algo que no es más que un tópico más del emprendedor estereotípico; pero ¿te hace sentido? ¿Lo aplicas a tu ámbito?

La verdad es que, de mis sesiones de asesoría, una de las cosas más objetivas y sencillas que ayudan a avanzar es marcarse una lista de tareas.

Tengo que reconocer que siento un pelín de vergüenza cuando lo propongo hacer, pero es que va bien. Te da un criterio para seguir adelante.

En mi caso, para mí, yo defino grandes objetivos mensuales, luego defino qué quiero/debo hacer para cada semana y defino máaas o menos a qué toca hacer cada día.

¿Es super específico? Depende de la tarea

¿Siempre se cumple? No siempre

¿Bajo a tierra lo que debo hacer? Sí

¿Me ayuda a no divagar? Totalmente

Cada uno debe adaptarlo a su forma de ser y a lo que le funcione mejor; pero al menos, lo que recomiendo es pensar (y escribirlo) mínimo el día antes para el día siguiente.

Sólo eso ya te da unos objetivos claros para sentirte más productivo/a y que avanzas en alguna dirección.

Además, yo recomiendo el domingo por la noche para la semana que empieza. ¿Por qué? Porque es un momento curioso, haya ido bien o mal la semana, tendemos a ser optimistas para lo que viene. “Empiezo un día nuevo”, “Empiezo la semana”, “esta semana no he hecho nada; pero ahora sí que sí…”.

Hay que aprovechar esas sensaciones que van y vienen y ese momento es cuando suele aparecer cierta esperanza y motivación. Plantearlo por la mañana cuando ya estás en ello, la pereza y/o la ansiedad por el exceso de tareas harán que te desmotives.

No vas a cumplir todo lo de la lista de tareas (ya te lo aseguro); pero te empujará a ir sacando cosas adelante. A subir de nivel.

Emocionar, provocar, cambiar a tus fans

En muchas ocasiones el artista, sobre todo el que está empezando (y empezar es muy interpretable) tiende a pensar cosas como:

“Yo solo quiero que me salga trabajo”

“Sólo pido vivir de ello y ya”

Bien, es totalmente comprensible; pero ¿eso vende? ¿Provoca la emoción en los demás para conectar contigo? ¿Para que quieran más?

Quizás es necesario subir un poco el nivel de exigencia.

Debes pensar en qué puedes ofrecer a la sociedad. Te dedicas a esto porque vas a impactar a los demás, vas a generar algo al mundo.

¿Ya sabes qué es?

¿Por qué necesitamos los demás de tu propuesta artística?

¿Qué tiene de interesante tu mirada?

Algo tiene éxito cuando la sociedad lo desea y un discurso “cumplidor” no seduce.

Un talento creativo existe para emocionar, provocar, cambiar el punto de vista de los demás.