Cuáles son las consecuencias del perfeccionismo

Trabajar bajo presión y en entornos altamente competitivos está bien hasta cierto punto, lo sé por experiencia. 

Trabajé muchos años en consultoría de negocio e innovación. Consigues niveles altos de calidad y exigencia; pero también te acostumbras a trabajar llevando el patrón mental del perfeccionismo a un nivel demasiado extremo.

Al principio el perfeccionismo me iba bien, pero prolongado por mucho tiempo me llevó a…

– Valorarme a mí mismo en función sólo de los éxitos y fracasos cuando nunca son tan evidentes.

– Potenciar la aprobación de los demás y el miedo al rechazo.

– Una autocrítica y autoexigencia exageradas y no objetivas.

– Y la peor: tendencia al pensamiento polarizado (o todo o nada)

¿También te ha pasado alguna vez?

Evidentemente ese nivel de perfeccionismo no es bueno y en mi caso lo aprendí desde el fallo. Empecé a retrasarme mucho en mis entregas, con constantes cambios de enfoque y los procesos se eternizaban. Sufría mucho el proceso de creación y el resultado era mucho peor de lo deseado. Llegó un día que me di cuenta que, como dijo aquel:

“Hecho es mejor que perfecto”.

Trata de hacer bien las cosas, pero no te bloquees ni sufras para hacerlas perfectas, porque nunca lo estarán…

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