El precio posiciona

Algo muy habitual que te diga tu potencial consumidor es que quiere algo más barato; ¿pero de verdad es así? Veamos un ejemplo…

Una amiga argentina que vivía en Nueva York me contó que, al mudarse de un apartamento de Brooklyn a otro, quiso deshacerse de una mesa vieja que no le cabía en el nuevo apartamento. 

Aprovechando que cada semana en su barrio se hacía un rastrillo, puso el mueble a la venta: $30. 

Pasaban las semanas y nadie compraba. Ni si quiera preguntaban.

Como no había éxito, pensó que quizás arreglándola un poco, poniéndola bonita, mostrando decoración para inspirar su futuro uso, etc. cambiaría su fortuna. Pero no. Pasaron varias semanas más y nada. No hubo éxito hasta que un día, pasó por allí un antiguo casero que habían tenido años antes. 

Se trata del típico casero-italoamericano-mafioso (todo muy de película…) y les dijo, “así nunca la vais a vender, tenéis que subirle el precio mucho más”. 

Extrañada, viendo que no perdía nada, decidió probar.

La semana siguiente, pasó una pareja que buscaba algo con estilo y personalidad, y les compró la mesa por $300.

Si lo pones más barato el consumidor tiende a pensar que lo que ofreces es de mala calidad y no le interesa, si lo pones más caro, el valor que le supone puede ser diferente. El precio comunica y posiciona tu producto en la mente del consumidor.

Entradas recomendadas