En muchas ocasiones el artista, sobre todo el que está empezando (y empezar es muy interpretable) tiende a pensar cosas como:
“Yo solo quiero que me salga trabajo”
“Sólo pido vivir de ello y ya”
Bien, es totalmente comprensible; pero ¿eso vende? ¿Provoca la emoción en los demás para conectar contigo? ¿Para que quieran más?
Quizás es necesario subir un poco el nivel de exigencia.
Debes pensar en qué puedes ofrecer a la sociedad. Te dedicas a esto porque vas a impactar a los demás, vas a generar algo al mundo.
¿Ya sabes qué es?
¿Por qué necesitamos los demás de tu propuesta artística?
¿Qué tiene de interesante tu mirada?
Algo tiene éxito cuando la sociedad lo desea y un discurso “cumplidor” no seduce.
Un talento creativo existe para emocionar, provocar, cambiar el punto de vista de los demás.