La nostalgia no es amar el pasado, es no comprender el presente

“La nostalgia no es amar el pasado, es no comprender el presente”.

Repasando unas de las miles de anotaciones que tengo por todos lados, me encontré con esta frase que no recuerdo ni de dónde la saqué.

Me pareció muy acertada. La riña de todos es constantemente luchar para vivir. Y para hacerlo, sólo puede ser en el presente.

El mindfulness y otras disciplinas similares han tenido su éxito precisamente porque es algo que sentimos todos: ¿Estamos pendiente de lo que pasó o estamos pensando en las consecuencias de lo que pasará? Y ahí, en esa tensión, es cuando nos bloqueamos.

“Pude haber hecho…”

“Si yo fuera…”

“Si hago esto conseguiré…”

Cosas que ya no están aquí y cosas que quizás podrían pasar (o no).

No hay mayor obstáculo que hacer cosas pensando demasiado en el pasado o el futuro. ¿Hay que aprender del pasado? Por su puesto. ¿Hay que planificar cosas para el futuro? Evidentemente. Pero nunca en exceso y menos si nos bloquean.

A la mente le gusta lo que yo llamo “pipas”, cosas con las que entretenernos para no hacer lo que toca. A la mente le gusta mucho resolver problemas, averiguar qué pudo ser o averiguar qué pasará. Las dos opciones hacen que te quedes en tu casa comiendo pipas o viendo series para posponer esa vida que deseamos.

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