Este iba a ser uno de esos libros que iba a leer durante el verano; pero no. Ha durado 3 días… Fue comprarlo y devorarlo, así que buscaré alguna otra cosa que me guste menos para cargar en la mochila pa’rriba y pa’bajo.
No soy objetivo, eh. Paula Bonet es de esas artistas que me encanta escuchar y ver su punto de vista. Hay personas en este mundo que tienen una sensibilidad especial, que ven el mundo con otros ojos, que lo sienten, y pueden describir lo que perciben de una forma más fácil para que el resto lo podamos entender.
Y es parte de lo que me ha gustado el libro. Creo que ella misma lo dice: este libro es pintura. Con La Anguila da muchas sensaciones. Crea imágenes con las palabras y eso me encanta.
Reconozco que me cuesta hacer una sinopsis sobre el libro (amor, familia, pasado recurrente, aventura, crecer, parejas abusivas, autoconocimiento…). De hecho, voy a tener que leerlo un par de veces más para crear mi propia visión de lo que sucede.
En la novela se muestran diferentes perspectivas y diferentes formas de escribir. Yo, cuadriculado de mí, tenía dificultades para ver hacia dónde iba la novela, quería buscarle una lógica a los saltos de narrador, de formato… Hasta que me di cuenta que se trata precisamente de eso, de una historia mostrada desde diferentes lugares, personas y épocas. Algo flexible, como la interpretación que hacemos de la vida.
Además, mola, porque como lector vas construyendo la historia a tu manera, te da las piezas y tienes que montarlas y dar tu punto de vista sobre lo que sucede. Algo que te mueve por dentro y te posiciona por fuera. La Anguila – Paula Bonet, Ed: Anagrama ¡¡Muy recomendable!!