El otro día vi Promising Young Woman de Emerald Fennell y me encantó. No solo me gustó por la temática y la originalidad, también por las ideas que tiene detrás a nivel nivel práctico.
Después de verla, tuve la necesidad de leer el guion. Me flipó. Cada escena, cada imagen, cada idea, tienen un sentido y todo está muy pero que muy pensado.
Se juega mucho con los contrastes de las típicas situaciones que vive una mujer; pero también con los típicos mensajes mediáticos que recibimos desde un punto de vista masculino.
Por ejemplo, justo al empezar, en la intro. Lo habitual en una película es el rollo James Bond, con una intro molona, imágenes impresionantes, música, algo atractivo para la vista mientras van saliendo los créditos, aquí Emerald Fennell, va por otro lado.
Veamos qué dice el guion (traducción rápida mía, no me lo tengáis en cuenta):
“INT. SWEET SIXTEEN’S DANCEFLOOR – NIGHT
Una pista de baile súper deprimente un jueves por la noche. Chupitos 2X1 y el suelo pegajoso. El local es el típico de último recurso, al que terminas después de haber dicho horas antes “solo una y nos vamos”.
Suena el remix de DROELOE de “Boys” de Charlie XCX, mientras la multitud trágica baila. Nos fijamos en los hombres. En particular, sus cuerpos, el sudor corriendo por sus espaldas mientras se mueven y contorsionan al ritmo de la música.
La cámara en slowmotion con un pan-up lascivo. Se muestra una mirada erótica normalmente reservada para tías-buenas aceitosas de videoclips. Con la excepción, de estar mirando a tipos normales con pantalones chinos sin absolutamente ninguna habilidad para bailar.”
En el video de la siguiente imagen de este post, lo podéis ver, son pocos segundos.
El ejercicio de contraste es simplemente maravilloso. Y bueno, no me quiero enrollar más; pero toda la propuesta me flipa, el juego de colores, la simbología, incluso la protagonista, Cassie, es mostrada en muchas ocasiones como si fuera un ángel o una divinidad dependiendo de la escena. Está genial.