Si vas a venderte, a hablar de ti o a decir algo importante, trata de no memorizarlo porque generarás rechazo.
Es normal querer hacerlo bien, y está genial tratar de memorizar un guion o unas frases que quieres decir, pero si sólo lo memorizas y no lo sientes, darás una sensación muy extraña a tu interlocutor.
Este fenómenos se ha estudiado mucho en el campo de la robótica y se llama “Valle Inquietante” o Uncanny Valley en inglés.
Se dice que cuanto más se desarrolla un robot para parecerse humano, más gracia nos hace, hasta un determinado punto, al llegar ahí ya dejamos de sentir empatía por ese objeto y nos empieza a parecer demasiado perfecto, demasiado extraño, nos da mal rollo. Esto se puede ver en robots, en voces artificiales e incluso en escenarios de pelis o videojuegos recreados artificialmente.
Para contrarrestarlo, los expertos tratan siempre de crear imperfecciones para generar mayor tranquilidad a quien lo percibe. Por eso, por ejemplo, Alexa o Siri no suenan como una persona 100% normal, para que no las odies.
Lo mismo sucede cuando uno memoriza un discurso, queda demasiado perfecto y no gusta. No lo hagas perfecto, es más carismático tener nervios y cometer algún error. Empatizarán más contigo, comunicarás mejor.